
Mirarme como tus ojos me reflejan,
¿Por qué no me tocas?
Tocarme como mi cuerpo lo pide.
Las noche parecen discursos vacíos,
Mi deseo es agua vertida en secos ríos,
Y mi imaginación crea recuerdos, crea futuros inciertos.
Y cómo Andrómeda no puede salvarme,
No puedo liberarte y menos aún anunciarte,
Lo que acá dentro crece, pero cada vez con menos intensidad.
Parece difícil mostrarse a la luz, más fácil era en la oscuridad,
Con nada mas que nuestros cuerpos desnudos y nuestro afecto desbordado,
Con nada mas que nuestras miradas surcando la noche, sintiendo nuestra piel.
Me culpo por la lujuria, por el deseo y por la necesidad de ti,
No más puedo, no mas quiero extrañar tus besos,
Bésame ahora, tócame ahora y no pienses nada mas.
Entra en mí, respira mi aliento, siente mi cuerpo,
No pienses más y desborda tu deseo en la noche,
Como si no fuera yo, como si lo fuera.

Como si mi cuerpo fuera el tuyo y entre sueños lo tocaras,
Lo despertarás con caricias, con pasión,
Lo incendiarás entre las cenizas.
Como si el fin se acercara y no hubiera tiempo,
Lo amarás ahora y no pensarás en el siempre,
Lo jurarás tuyo aunque otras caricias quisieras.
Como en la noche y en el día,
Despertarás y ahí lo desearás,
Durmieras y mas lo desearas.
Pero no lo dejes dormido, no lo quieras dormido,
No lo quieras perdido y no lo apagues ahora,
Pues como un sueño te siento, como el sueño mío.
Alfonso Azul (México)